la hija del enemigo

un insulto se esta volando
en el patrio trasero de mis pensamientos
y aterriza en este poema como una bolsa de nylon usada
para levantar excremento.
El me dijo que  yo era
la hija del enemigo.
                                Fue por una cosa pueril

Me acosté rápido, me tapé con la sabana
y el silencio se instaló entre nosotros
como un domestico perro
en el medio, ocupando toda una franja

La enfermedad le habrá abierto la boca
y  esas cosas estaban ahi, asechando el terciopelo
del buen trato.

Es como un sobretodo de frio
un humedo y frio sobretodo mojado
que me calcé esta mañana del desaliento
hecho de palabras que se enhebran para mi mal.

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