Guardada en Guam.
Soy un japonés loco de la segunda guerra grande
Llevé cosas de confort a mi trinchera
Y no salgo, no puedo salir
Los míos no saben que me arropo en este agujero
me ven fatigar en conversaciones familiares
pero en la otra escena estoy
con el pelo mugriento
tejiendo trampas de anguilas
No tiene olor mi alma
de soldado
que perdió la
guerra en manos del enemigo,
y abominaría entregarse. Antes muerto.
Nadie sospecha. No me
doblego,
quepo justo dentro de
la locura
en este útero de cosas imaginarias,
gentes imaginarias incluidas
con las cuales interactúo para garantizar mi insanía.
Cuando salga de esto, si salgo
no conoceré el papel moneda
tendré barba cana, la tecnología habrá cambiado.
Dentro de mi vive un japonés loco.
Jamás lo encontrarán.
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