el metodo Marie Kondo aplicado a mi vida.

La mañana es puro sol y viento fresco
bella como una niña que crece
Trato de conectarme con lo bueno
y me parece que lo logro, por un rato.
Ignoro, entonces, este desasosiego,
este desaire que me hago
y trato, en vano, de hacer lazo
con las cosas que veo esta mañana,
un árbol que bailotea rumba en sus hojas
la gente que va al trabajo
el sol que puso todo hermoso el enero.

¿A quien engaño?
Seguro a los otros, pero no a mi.
La frustración es un eructo agrio
que me sube por la garganta
Intento todo, hasta poner en la pc
la Oración del Remanso, que tan bien me hace.

Finjo que todo resulta
tal vez así funcione.
Me voy a  poner a acomodar las cosas del ¿bahiu? del comedor
para ver si acomodando objetos
-vana pretensión-
se acomoda mi vida.

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