el psicotecnico

Terminadas las radiografías
y el pinchazo de la sangre
me dirigí al gabinete
para hacerme el psicológico


Me había preparado con el google
para pasar los dibujitos
Lo primero fue el asunto del árbol
y en su tronco oculté mi corazón
partido por una flecha justiciera.
Por miedo a que lo encuentre
-estas tipas saben cosas-
lo tapé entre ramas de sauce
que le dieron un aspecto tristón.


Entonces  pidió que hiciera

una casa a mano alzada
Fui especialmente rigurosa
en cuidar el criterio de realidad
y le metí algunos detalles
para destacar mi inteligencia:
no humo en la chimenea,
porque estamos en verano.
Lo del cielo amenazante
justificaría el pasto muerto
y las hamacas vacías
Cuando tuve que relatar mis intenciones
le aclaré que la lluvia se avecinaba
y por eso allí yo, con mi paraguas cerrado
ante la reja de la cancel.


En tercer lugar la psicóloga solicitó
que dibujara a una persona
y como necesito este trabajo
me afané minuciosamente.
Ella me dijo que parecía una muñeca
en una caja de regalo
y no una verdadera persona
pero tuve tiempo de aclarar
que dibujo mal
y que esa era yo
parada ante esta puerta abierta
que simbolizaba mi futuro.

Simulé ser optimista
entiendo que hice todo bien
y no hay nada que me impida
aprobar el psicotest.