otro nocturno

Después de la medianoche
cautos automóviles
circulan aminorando o ascelerando
en ritmo tarado
y sus pasajeros solo piensan
en exorcizar el terror
que se les impone
con formato de villeros enfierrados

Lo negro amaga fintas de boxeador enloquecido

a quienes han salido
para imprudentes pizzas de sábado
arriesgando la bolsa y la vida
y abren sus garajes
como si, inevitablemente,  les estuvieran
por dar la biaba.

La noche les apura el paso

en lugares 
que solo nos asustan
a los de mas de veinte.

Ellos, los pendejos,

no tienen miedo
Son, por ahora, inmortales


Y yo resisto a mi manera 

en el insomnio
y desde adentro de la casa
miro en el pozo negro del cielo
y flotan unas estrellas pescado
Me baña la eternidad 
cuando salgo al patio. 

Envejecer no fue

un crimen perfecto
me quedan vestigios
de algo puro, que los años perfeccionaron
en vez de arruinar.

Agarro, tomo empuje

y me sumerjo
La noche es
una garrapiñada de estrellas

Comentarios

Entradas populares